La ionización, la oxigenación y el deporte

Se ha comprobado a través de mediciones científicas, que la ionización negativa aumenta la resistencia del organismo en el ejercicio físico.

Cualquiera de nosotros ha pasado por la experiencia de trepar las sierras o en la costa del mar, en vacaciones, después de un par de días de «entrenamiento», con una fatiga mucho menor que la que sentimos al subir las modestas escaleras del apartamento, esos días en que está roto el ascensor. Es que en la sierra o en el mar, la ionización nos «da una buena mano» en la trepada.
En la Unión Soviética, a fines de la Guerra Mundial, se realizó una interesante investigación con cuarenta atletas, de los dos sexos, alojados en viviendas especiales, y rodeados de equipos de laboratorio para las mediciones pertinentes. Las primeras experiencias se realizaron haciendo que los atletas levantaran un peso de tres a cinco kilos, a un ritmo de una izada por segundo, hasta una completa fatiga, luego de lo cual fueron llevados a salas con diversa ionización, comprobándose que se tenía una más rápida reposición en aquellos sometidos a ionización negativa.

Otra prueba usual para los atletas es su tiempo de reacción frente a los estímulos visuales. Los rusos comprobaron en esas experiencias que el grupo sometido a ionización negativa acortaba sensiblemente ese tiempo de reacción.

Otra parte de las pruebas consistió en correr a un ritmo de 180 pasos por minuto, hasta casi el agotamiento. Se separaron a los atletas en dos grupos: uno sometido diariamente a la ionización y otro recibiendo aire normal. Al final del período de entrenamiento se midió la resistencia del primer grupo, que comparado con las mediciones del segundo grupo, indicó un promedio sorprendente del 240 %. La resistencia del grupo que había recibido iones negativos permaneció superior aún después de diez días de cesar el tratamiento de iones.

Para gozar de los beneficios  que brinda la ionización sólo con llevar en nuestos bolsillos las Tarjetas Anionic Biotechnology  5000. Es importante para máximos beneficios que se encuentren a no más de 10 cm de la piel, dentro de nuestro campo  bioeléctrico cercano.

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• Necesarias en casos de grandes presiones en el trabajo u la oficina.

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• Aumentan los niveles de vitalidad en personas en tercera edad

Un trabajo científico realizado por Windsor y Beckett, de EEUU, puso una vez más en evidencia la relación entre los iones y la respiración. Se sometió a un grupo de voluntarios a una fuerte ionización positiva durante veinte minutos, comprobándose que su capacidad respiratoria se había reducido en un 30 %, aparte de las molestias de ronquera, garganta seca, dolores de cabeza, etc. Todos se repusieron a su estado normal una vez expuestos durante diez minutos en un ambiente de iones negativos.