La ionización en nuestro entorno y su utilización en la salud

Efectos según la cantidad de iones negativos (por c.c.):

  • 0-50 Dificultad de concentración, crecimiento de virus y gérmenes.
  • 50-250 Aire normal en un edificio con las ventanas abiertas cuando la contaminación es baja.
  • 500-1500 Aire fresco del campo, nivel mínimo que debería tener una vivienda, dormitorio o lugar de trabajo.
  • 5000 Aire excepcionalmente fresco y limpio.
  • 10000 Aire puro, muy estimulante y relajante, los gérmenes no pueden vivir en este ambiente.

Concentración de iones negativos (por c.c.) en distintos emplazamientos:

  • 0-25 Edificios de oficinas cerrados herméticamente con aire acondicionado y calefacción central.• 0-50 Ambiente interior con humo.
  • 20-150 En el interior de un avión.
  • 50-200 Ambiente urbano en una ciudad industrial
  • 250-350 Ambiente interior normal.
  • 500-1000 Ambiente del campo.
  • 1000-2500 Ambiente de montaña.

 

Maestros modernos del milenario arte del Feng Shui y diseñadores de espacios sanos y prosperos como  Sergio Chagas, asesor de multiples empresas como Universo Garden Angels y Microsoft  en varios países  y autor de  varios libros de la especialidad afirman que aquello que los antiguos maestros describían como Chí, kí o energía vital, estaba vinculado a los niveles de ionización negativa que se encuentran en un terreno o territorio, y también en las personas.

Es más, recomienda a sus discípulos el uso en posiciones estratégicas de las construcciones de ionizadores ambientales para potenciar la salud, bienestar y prosperidad de un lugar, y de sus habitantes.

Breve historia sobre la ionización

La ionización y su influencia en la salud son muy antiguas, pero está muy poco difundido entre nosotros.
Una de las primeras referencias que se tiene es la del Abad Nollet, un francés, quien en 1748 observó que las descargas eléctricas favorecían el desarrollo de las plantas. Posteriormente, en 1775, el padre Gianbattista Baccaria, de Turín, escribió: «Parece obvio que la naturaleza hace amplio uso de la electricidad atmosférica para favorecer la vegetación y que, además, tal electricidad constantemente predomina cuando el tiempo está sereno, y que ciertamente contribuye a impulsar la vegetación. Y nosotros hemos observado que la electricidad artificial surte el mismo efecto.»
La aeroionización cuenta entre sus iniciadores a Aschkinass y a Caspari en Alemania, quienes estudiaron el tema ya en 1901.
En 1910 el Prof. Stefens, de Alemania, utilizó aire con iones negativos en sus tratamientos.
Posteriormente, Tchijevsky, profesor ruso, amplió los estudios mientras dirigía el Instituto de Ionificación de Moscú. Las investigaciones se fueron sucediendo a través de los años, pero quienes dieron un vigoroso impulso al tema que nos ocupa fueron el Dr. Sulman, de Israel, el Dr. Krueger y el Dr. Kornblueg, ambos de EEUU.
En nuestro país hubo investigadores que publicaron en revistas médicas los resultados del uso de iones negativos. Entre ellos se cuentan: los doctores Kertész, Feitelevich, Mibaschan, Pisani y otros.
El tema ha sido desarrollado hace ya muchos años. El doctor Salvador Pisani presentó su tesis de doctorado frente a la Facultad de Medicina en el año 1942, bajo el título «Aeroionización artificial.»
Se poseen referencias de unos doscientos trabajos científicos sobre ionización ambiental.
El laboratorio CARLO ERBA, de Italia, a través de su Fundación, ha editado un excelente libro sobre ionización, y continúa investigando sobre el tema.